Quiénes somos como iglesia

NUESTROS PASTORES

Los pastores Freddy y María Villaseñor fundaron la Iglesia Nueva Vida en 1992. Freddy Villaseñor fue ordenado como ministro por la Iglesia de Dios, y ha ayudado a formar y ordenar a numerosos pastores y líderes en su congregación y en todo el norte de California.

Su misión principal es predicar la palabra de Dios, enseñar las escrituras y brindar apoyo espiritual a los creyentes. Además de impartir sermones, los pastores también ofrecen asesoramiento, consuelo y orientación a aquellos que lo necesitan. Su dedicación a la fe y su compromiso con el rebaño son fundamentales para mantener la comunidad unida y fortalecida en su camino espiritual.

Para saber más sobre la historia de la iglesia, puedes leer el libro aquí.

LO QUE CREEMOS

La Biblia

Completa de principio a final es la Palabra infalible de Dios. (Deut. 4:1-2, Salmos 119:11, 5:39)

La Trinidad

Tres en uno Es. Existen en comunión intima entre si mismos con la misma autoridad sobre todas las cosas. (Mateo 28:19, Isaias 61:1, Juan 5:21-23)

Padre

Dios es grande. Dios es bueno. Dios es soberano. Es un Padre amoroso, soberano y lleno de gloria. Su actitud hacia sus hijos es de amor eterno. (Exodo 3:14, Salmos 11:4-6, Romanos 3:3-4)

Hijo

Jesucristo, 100% Dios y 100% hombre. Es el camino, la verdad y la vida. (Isaias 7:14, Juan 1:1, Colosenses 1:15)

Espiritu Santo

Es nuestro guía, el que nos revela al Hijo. Sus dones operan en los ministros para la edificación de la Iglesia. (Genesis 1:2, Salmos 51:11, Hechos 1:8)

Pecado

Todo ser humano ha pecado y le ha dado la espalda a Dios. Su propio pecado lo condena y su destino es muerte eterna en el infierno. (Salmos 51:5, Romanos 3:10, Romanos 5:8)

La Cruz

Es la maxima expresión de amor de Dios hacia la humanidad. En la cruz Jesus cargo los pecados de la humanidad, murió y resucito. (Romanos 5:12, 1 Pedro 2:24, Juan 3:16)

Salvación

Somos salvos por gracia mediante la fe en Jesus. (Isaias 1:18, Mateo 1:21, Efesios 2:8-10)

La Iglesia

Una comunidad de personas transformadas por el Espiritu Santo que confiesan a Jesucristo como su Salvador. En obediencia a la Palabra de Dios, se reúnen bajo un liderazgo calificado para recibir enseñanza, ser instruidos y exhortados a buscar la madurez, adorar a Dios y tener comunión el uno con el otro. Asimismo cumplen con las ordenanzas bíblicas del bautismo, y la Cena del Señor. Son unidos, determinados y llenos del Espiritu Santo con el propósito de cumplir el gran mandamiento y la gran comisión para la Gloria de Dios. (Mateo 16:18-19,

Efesios 1:22-23, Apocalipsis 21:2-3)